Jornada X: Los verdaderos
fantasmas.
No solo era inevitable sino obligado parar en esta estación del
recorrido: el territorio Mansfield, este paraje en el que la orografía
única del cuento domina el horizonte. Me ha costado decidir en cuál de los
apeaderos detenerme porque todos tenían algo que ofrecer (y lo sé porque he paseado
entre ellos muchas veces), una sonrisa o una lágrima para beber, el bocado crujiente
de una tensión contenida o el mero placer contemplativo durante un instante.
Este cuento, por ejemplo, lo tiene todo.
LAS HIJAS DEL DIFUNTO CORONEL. Katherine Mansfield.
Los verdaderos fantasmas son los recuerdos, esa no presencia
que nos acompaña incluso a nuestro pesar y nos lleva por caminos que, muchas
veces, no querríamos recorrer. Las costumbres adquiridas y arraigadas en lo
profundo, tan difíciles de dejar atrás si no es en un supremo ejercicio de
voluntad liberadora. Los fantasmas los llevamos dentro.
Katherine Mansfield, sabiamente, nos lo enseña a través de este
relato que aúna lo cómico y lo amargo para hablarnos de ese punto de inflexión
en la vida que son los cambios y la manera de enfrentarse a ellos, tomando el
pulso a las debilidades y dejándolas al descubierto, burlona y elegante a un
tiempo. Dos solteronas entrañables, una muerte que lo marca todo y una pérdida
que no es la que parece. Porque siempre, bajo la superficie, está la verdadera
historia.
En esta ocasión, he elegido la manejable selección de
cuentos de Mansfield titulada “Preludio y otros relatos”, en edición de
bolsillo de Alianza Editorial (1993), con traducción de Lucía Graves y Elena Lambea.
Allá vamos, mundocuento, a dar un paso más…
Con los fantasmas del pasado hay que hacer paces o nos arruinan el presente y el futuro.
ResponderEliminarSerá interesante ver cómo lo hacen las protagonistas de K. Mansfield.
besos
Me encanta Mansfield. ¿Has leído sus diarios? Si no lo has hecho, te los recomiendo, son geniales :)
ResponderEliminarBesos!
Buena estación, sí señor. No la conocía, así que, lo mismo me subo también a este tren y me doy un garbeillo por la zona. Yo siempre sigo tus sabios consejos, ya lo sabes. ;D Abrazos.
ResponderEliminarUltimamente no doy abasto. Me conformaré con compartir tu disfrute. Un beso
ResponderEliminarA mi este apeadero se me ha pasado y tengo que repostar en algún momento. Uauuu!
ResponderEliminarBesos
Agniezska: El pasado es un ogro que a veces nos devora. Mejor mantenerlo vigilado. Prueba a Mansfield, es magnífica.
ResponderEliminarLetras con la sopa: ¡Claro que los he leído! Hasta los tengo repetidos, en dos ediciones, ja, ja. Y la biografía que escribió Claire Tomalin. Mitofilia.
Marisa: No te impediré el paseo, no puedo ser imparcial: adoro a Mansfield desde niña y no dejo de recomendarla.
Questasleyendo: Disfruta con calma, que es la manera mejor de hacerlo, y no te atragantes. Tómate tu tiempo. Mientras, te voy llenando la saca.
Marilú: Reposta, es combustible de buena calidad. Tiene piezas excelentes.
Gracias por la visita :)
Últimamente me persigue esa idea de las costumbres y los hábitos arraigados y la posibilidad de cambiarlos o abandonarlos. Me encuentro citas y reflexiones al respecto por todas partes! Y ahora llegas tú, y zas, otra vez. Y ya sabes lo que pasa cuando los libros y sus palabras nos persiguen, claro ;)
ResponderEliminarTónica de las vidas atadas con palabras... las llevamos con nosotras.
EliminarPor las coincidencias, chin-chin.
Me estoy leyendo sus relatos, el otro día me compré sus cuentos completos, y ya me he leído varios, me están gustando mucho.
ResponderEliminarFue una estupenda cuentista, desde luego.
EliminarBesucos.