Jornada V: Hipocresía al desnudo
Entre los primeros
cuentistas que admiré y que, aún hoy, releo con la misma emoción está Guy de
Maupassant, autor de vida corta e intensa que supo viviseccionar la sociedad de
su época con agudeza.
Esta semana regresé
a uno de mis cuentos predilectos, una parada ineludible a la hora de diseñar
esta ruta:
BOLA DE SEBO. Guy de
Maupassant.
Bola de sebo es el apodo de una “mujer galante” que viaja
en compañía de un grupo de gente “de bien”, huyendo de la invasión prusiana de
Normandía de 1870. Invasión descrita en las primeras páginas con tanta
concisión como expresividad y que recuerda, de algún modo, a la que sucedería
setenta años después.
«A cada puerta llamaban pequeños
destacamentos, luego desaparecían en las casas. Era la ocupación después de la
invasión. Comenzaba para los vencidos la obligación de mostrarse amables con
los vencedores.»
En medio del viaje,
la actitud hacia la prostituta va cambiando según las circunstancias a las que
se enfrentan y ahí es donde se centra la historia: dobles miradas, raseros que
cambian como la veleta a merced del viento, la mezquindad humana presentada con
toda la crueldad de la que somos capaces en medio de nuestro egoísmo.
Por sus actos los
conoceréis, dicen, y es cierto. Por los actos de cada personaje se nos muestra
su temperamento para que los miremos a los ojos y los juzguemos o, tal vez, nos
veamos.
Este cuento está
incluido en el volumen:
“Mademoiselle Fifí y otros cuentos de guerra”
Guy de Maupassant.
Alianza Editorial,
1990.
Traducción: Esther
Benítez.
Hipocresía, eso siempre es un arma de doble filo. La sentencia de por sus actos lo conoceréis me parece de lo más certera. Me lo llevo!
ResponderEliminarBesos
Los periodos de guerras eran malos siempre pero la desgracia venia de frente y desnuda; las posguerras pintan aun peor precisamente por esto,que cuentas, la hipocresía y la traición incluso de los que tienes mas cerca.
ResponderEliminarBs.
mmmmm, un tema que sin duda me interesa, y una historia que no he leído y me llevo de cabeza. Un besote!
ResponderEliminarParece interesante. Me gusta lo que cuentas acerca de la hipocresía de los personajes y el hecho de que también nos permita hacer autocrítica.
ResponderEliminarEstoy de visita por los blogs de los miembros del grupo tarro-libros 2015. Te dejo un saludo.
Besos!!
Marilú: La hipocresía es el pan nuestro de cada día y a veces es tan obvia, como aquí, que los actos la desnudan. Espero que te guste.
ResponderEliminarÁngela: Así es la naturaleza humana, a veces cruel y dañina.
Meg: Este es de los mejores cuentos de Maupassant, llévatelo y disfruta.
Pájaro verde: Encantada de recibirte. Yo voy muy lenta, no tengo todo el tiempo que querría, pero también haré la ronda. Si te gustan los relatos, prueba este.
Gracias y besucos.
Guy de Maupassant, su nombre me evoca grandes placeres lectores :)
ResponderEliminarNo es un escritor que me haya transmitido mucho, pero visto tu entusiasmo creo que debo darle otra oportunidad. Ya te contaré cuándo eso ocurra. Abrazos.
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor y la verdad es que con lo que cuentas y cómo lo cuentas me tienta llevarme el título. Ahora tengo muchos pendientes pero no lo descarto si se cruza en mi camino.
ResponderEliminarUn besin de otra tarrolibrera
Ángeles: Exacto, placeres... en su faceta de cuentista. La de novelista me resulta extraña todavía.
ResponderEliminarMarisa: No todos reaccionamos igual ante un autor. De todas formas, tiene cuentos diferentes, que pueden provocar distintas reacciones.
Anuca: Lo bueno que tienen los relatos es que se leen a ratos, en pausas lectoras, y no llevan mucho tiempo.
Besucos.