Aunque empecé con unos cuantos
titubeos, el mes ha resultado ser tan pródigo en adquisiciones como en lecturas
a pesar del bache de un puente algo despendolado en cuanto estas últimas se
refiere. Lo cierto es que el tiempo libre no lo dedico a leer, o no solamente a
leer. Pero eso es otro capítulo para otra historia… De momento, este es el
resultado de mis últimas catas lectoras.
Historia de tintes
autobiográficos, recrea una Alemania de entreguerras en la que los emigrantes
rusos viven sus sentimientos contrapuestos hacia la madre patria y, en ese paisaje, el narrador
recorre el tablero del juego de la memoria y el deseo. Es Nabokov y eso ya son
palabras mayores. Es obra primeriza e imperfecta, sí, pero en su brevedad late
el talento para la creación de personajes singulares, de escenarios vívidos y
de momentos turbadores. El perfecto aperitivo antes de pasar a platos
principales.
INGLATERRA, SU INGLATERRA. A.G. MacDonell
Para un amante de la sátira como yo, esta es novela obligada. Galopante humor británico dedicado a desollar al pueblo inglés a manos de un escritor escocés contratado por un galés: hilaridad asegurada. Me reí incluso durante la detallada descripción de un partido de cricket, siendo como soy una completa ignorante en el tema con grandes posibilidades de desmayarse de aburrimiento. Los retratos son más que agudos: son punzantes. La historia en sí es más bien floja, pero la corrosión, capítulo a capítulo, de la sociedad intelectual inglesa de la década de los veinte es verdaderamente sabrosa. Y la risa se agradece tanto.
Toda una lástima que esta obra
quedara inacabada, no tanto por conocer un final que puede ser previsible como
por disfrutar del tratamiento que se podría haber dado a los personajes. Porque
lo que está escrito promete, aunque se advierte a ratos la falta de pulimiento
(perdóname, Jane, si me lees desde el cielo) que le daría la revisión, una vez
terminado. Sobre todo, me quedo con las ganas de conocer mejor a esta mujer de
carácter que habría sido Emma Watson y de disfrutar con la ironía que me ha
dejado hambrienta de más Austen. Y os seré sincera: no me importa qué ocurriría
sino cómo lo contaría ella.
EL INTOCABLE. John Banville
Lo abrí con un poco de respeto
tras el premio de Banville, temiendo unas profundidades que no supiera
alcanzar. Quizá fue por eso. Porque la prosa era fluida y elegante; la historia
resultaba interesante; la estructura se construía con gran precisión. Me gustó
el dibujo de los personajes (a ellos les tuve antipatía) y de sus relaciones. Sin
embargo, algo de chispa me faltó. Algo de emoción que me agarrara con fuerza y
me arrastrara sin que pudiera resistirme, como esperaba ante una trama de
espionaje. Eso me falló.
AL FARO. Virginia Woolf
Relectura que ha vuelto a traerme
a Woolf después de… de muchos años. Virginia críptica, Virginia simbólica,
Virginia sinuosa. Como entonces, ha vuelto a fascinarme. Esa sucesión de
impresiones como brochazos que parecen caprichosos y, sin embargo, van conformando
una imagen que, desde la perspectiva adecuada, se ve con una claridad que casi
deslumbra. Lirismo envolvente y, por debajo, una sombra de ironía. La luz
penetrante del faro rompiendo la oscuridad. Hermosa, siempre.
*Esta relectura se la agradezco al reto de Escritoras Únicas, en
particular a Meg Cazaestrellas, por sugerir a una de mis autoras fetiche.
ÉRASE UNA VEZ. Margaret Atwood
Érase una vez una mujer, érase
una vez un hombre, érase también una relación entre los dos. Una relación tan
complicada como ellos la querían hacer, porque la mayoría de las veces somos
las personas quienes retorcemos la vida para pelearnos con ella. Esta es una
colección de vidas, de relaciones, de retorcimientos, de mujeres y hombres que
no saben qué hacer con todo ello. Atwood forense de los pequeños crímenes del
devenir cotidiano, incisiva y expresiva, poética y sarcástica. Atwood
imperdible.
EL PENSIONADO DE NEUWELKE. José
C. Vales
Abducida, creo que esa es la
definición más adecuada para mi estado durante esta lectura. No ha sido sólo
por la trama de misterio, con ese toque decimonónico tan bien conseguido (me
recordó un poco a la Gaskell de los cuentos góticos), sino por la cuidadosa y
sugerente escritura que la desarrolla. Emoción, que no emotividad. Claridad de
lenguaje para plasmar la oscuridad de la atmósfera. Personajes vivos.
Escenarios palpables. Cada página, una mano que te atrapa con caricias, porque
no hay seducción más persistente que la delicadeza. Una verdadera gozada.
DIARIO DE UNA VOLÁTIL. Agustina Guerrero
Hacía mucho que no me lanzaba
sobre un libro de humor gráfico, básicamente porque estoy más acostumbrada a
las piezas pequeñas, de tanto en tanto. Pero Agustina Guerrero me tenía
enamorada de su volátil y, en cuanto llegó a casa, me lo zampé de un tirón. No
fui capaz de parar. Supongo que, como muchas de nosotras, me siento
identificada con muchos de los rasgos de esa encantadora e imprevisible mujer
del día a día. Creo que la adoro.
EL LIBRO (DE LOS 50 AÑOS) DE
FORGES. Antonio Fraguas “Forges”.
Este lo racioné: lo leí en dos
veces. Forges, incombustible, me tiene captada desde la primera vez que leí una
de sus viñetas en un periódico. Casi dos tercios de mi vida, calculo, siguiendo
su aguda visión de la actualidad, su ánimo crítico y ácido y, no obstante, un
tanto esperanzador. Como decía Benedetti, no es un pesimista sino un optimista
bien informado. Sobre todo, es grande.
Nota de disculpa:
Me avergüenza haber detectado varias faltas en la entrada: detestables omisiones y un acento asesino, lo más obvio. Perdonad el descuido. Están corregidos. Creo. Mi despiste esta semana es descomunal.
Nota de disculpa:
Me avergüenza haber detectado varias faltas en la entrada: detestables omisiones y un acento asesino, lo más obvio. Perdonad el descuido. Están corregidos. Creo. Mi despiste esta semana es descomunal.
Como siempre, hablas de autores a los que tengo muchas ganas de leer: Atwood, Nabokov, Austen... Pero la que cae seguro este verano es Virginia Woolf. Tengo por aquí cinco o seis libros suyos, y mi intención es leer al menos tres (entre ellos "Al faro"), alternándolos con novelas más actuales.
ResponderEliminarBesos.
Ya sabes que me encantó "El pensionado de Neuwelke", así que me alegro mucho que a ti también, lo recomiendo muy mucho. Por cierto, qué grande Margaret Atwood, es una de mis preferidas, si no la has leído ya, de ella te recomiendo "Penélope y las 12 criadas". Muy buena.
ResponderEliminarY me muero de ganas de leer "Inglaterra, su Inglaterra" porque soy mucho de ese tipo de humor, seguro que me gusta. Aunque me está costando encontrar el libro en las librerías habituales. Bss
"Inglaterra, su Inglaterra" sería mi elección si tuviera que escoger una de tus propuestas. Es mi tipo de humor, definitivamente.
ResponderEliminarCon alivio, no añado nada a la saca que no tuviera ya. De "Inglaterra, su Inglaterra" no sé si llegué a leer algún comentario desmoralizador pero le seguí teniendo ganas, Margaret Atwood fue una autora que empecé a leer cuando le dieron no sé qué premio, hace tiempo que tengo ganas de echarle el ojo otra vez. Y la volátil me vino en un momento muy oportuno en el que necesitaba una sonrisa :)
ResponderEliminarBesos!
Como te comenté en Twitter tengo El pensionado de Neuwelke en casa, pendiente...como tantos...no me da la vida para más y, además, tengo una pereza lectora últimamente que da miedo.
ResponderEliminarBesos
Me pasa lo mismo contigo, Rusta, así que vamos pasándonos la pelota :-) Espero tus impresiones sobre Woolf. Aún me quedan libros suyos pendientes, pero lo que llevo me tiene fascinadita. Y siempre nos quedará "La niña del faro" para coincidir.
ResponderEliminarAy, Mónica, es que tenía algo de hechicero. Y la escritura, me encantó cómo estaba escrito. Con esos toques de ironía tan sutil. Y las referencias metaliterarias. ¡Ay, los perros! Lo he disfrutado muchísimo. A Atwood llegué, precisamente, a través de un libro de relatos (soy muy de relatos) y luego leí una novela. Ahora quiero retomarla.
Si te gusta la novela satírica, Agnieszka, la disfrutarás. Ya te digo que hay partes que para los no-ingleses pueden resultar aburridas (no fue mi caso), pero es muy divertido.
Investigaré ese premio a Atwood, Ana. Si lo sabía, no lo recuerdo (lo cual no es de extrañar, dado mi sempiterno despiste). Pero tengo una pila de libros suyos para volver a ella. Y con la volátil, en parte, me pasó lo mismo. Que ando un poco submarina últimamente.
A veces salta esa pereza lectora, Manuela, y nos sorprende. Eso de "no me da la vida para más" me suena tanto, tanto, y no sólo referido a los libros. En fin. Las limitaciones. Cómo nos cuesta enfrentarlas.
Gracias, chicas :)
Al Faro es mi libro favorito no sólo de Woolf, sino que de toda la literatura. Hay tanto escondido detrás de cada palabra que da igual cuantas veces lo lea, siempre seguiré encontrando cosas nuevas. Además, la prosa de Woolf me parece mucho más lírica y hermosa que en el resto de sus obras.
ResponderEliminarA Banville lo tengo pendiente. Lo descubrí hace poco y me llamó la atención. No sé aún con cual empezar pero el que mencionas no sería un mal comienzo...
Me apunto el de Inglaterra, su Inglaterra. Todo los satírico es recibido con los brazos abiertos en mis estanterías
Besos! :)
Cuando veo la palabra "cata" en tu blog, afilo el diente y me preparo unos buenos piscolabis para disfrutar de tu selección. Y es que no me defraudas :)). Esta vez me quedo con INGLATERRA, SU INGLATERRA, de A.G. MacDonell (me ha atrapado lo del sentido del humor "brithish" y con el inacabado de Austin. Abrazos enormes.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrecisamente El pensionado de Neuwelke está ahora de oferta por 6 euritos. Lo vi el otro día y estuve a punto de comprármelo, pero al final lo dejé pasar. Quizás me lo piense mejor.
ResponderEliminarEl de Jane Austen es otro que tengo muchas ganas de leer.
Besotes.
Virginia es mucha Virginia, Paula. Yo no he encontrado todavía un libro suyo que no me gustase y eso que "Orlando" al principio me costó. Claro que todavía me quedan varios por recorrer.
ResponderEliminarEso de afilarte el diente me da un poco de miedo, Marisa, casi suena sanguinario, je, je. El "Inglaterra, su Inglaterra" ya te digo que me hizo saltar la carcajada. Tiene unos puntos cínicos que... en fin.
Me encanta la edición de "Los Watson", Magrat, y la promesa que supone. Pero es como un comer un bombón cuando te apetece la caja entera :-D
Compré Neuwelke en su precio original, Seri, pero como es edición de bolsillo no fue un gran desembolso... y además mereció la pena, mucho. Ya me dirás si lees alguno ;-)
Besucos.
Me estaba resistiendo yo a la volátil, pero al final caeré...Muy buena cata, me alegro de que el Pensionada te haya cautivado, ahora la edición normal está a 5,95 €. Una joya muy recomendable. Un beso!
ResponderEliminarAy las notas de cata que incrementan mis listas a niveles inasumibles! Me llevo a Jane, Virginia, Atwood, al pensionado y la sátira. Alguien da mas??
ResponderEliminarLa volatil me ganó.
Besos y disfruta de julio
No me ha importado nada, nadita, pagar el importe íntegro, Meg: ha merecido la pena. La volátil tiene un no-sé-qué-que-qué-sé-yo :-))
ResponderEliminarPues no te llevas nada, hermosa XD Disfruta tú también, Carax, y aprovecha a relajar un poco esa mente tan ocupada.
Este mes compartimos Watson. Me llaman la volatil y el pensionado. Iremos haciendoles hueco.
ResponderEliminarEsta compenetración, ja, ja... Tengo curiosidad por si volvemos a coincidir en alguna lectura este mes. ;-)
ResponderEliminarMe encantas tus catas Zazou! Siempre me llevo buenos bocados de ellas :) Esta vez a Margaret Atwood a la que le voy dando largas maléficamente e Inglaterra, su Inglaterra; mira que yo tampoco entiendo mucho de cricket, pero con lo que son capaces de hacer conmigo los ingleses y su humor...Seguro que me troncho :)
ResponderEliminarPues ya me dirás si te lanzas con Atwood, a ver qué te parece. Yo tengo que retomarla, porque aparte de estos relatos no he leído mucha narrativa suya. Llegué a ella a través de su poesía. A ver si sigo disfrutándola.
ResponderEliminarGracias :)