Leer es un vicio solitario que se puede compartir.

Tengo otros pero suenan menos adecuados.

Un cielo azul contra la tristeza

Viendo este pequeño pero delicado punto de lectura que me traje de Narbona, me doy cuenta de lo frágil de mi memoria, porque apenas recuerdo aquella visita. ¿Tan fugaz fue? Ay, qué rápido se desdibujan los detalles en el recuerdo. Se deshacen como nubes arrastradas por el viento del tiempo. Además de releer, voy a tener que revisitar…



En la página marcada, un poema. Del tantas veces leído Baudelaire, de quien ya conté mi enamoramiento en otro rincón por ahí detrás perdido. Desde el maravilloso volumen de Cátedra que recoge “Las flores del mal” y que, vez tras vez, me sigue emocionando:

RECUEILLEMENT

Sois sage, ô ma Douleur, et tiens-toi plus tranquille.
Tu réclamais le Soir; il descend; le voice:
Une atmosphère obscure enveloppe la ville,
Aux uns portant la paix, aux autres le souci.

Pendant que des mortels la multitude vile,
Sous le fouet du Plaisir, ce bourreau sans merci,
Va cueillir des remords dans la fête servile,
Ma Douleur, donne-moi la main; viens par ici,

Lois d’eux. Vois se pencher les défuntes Années,
Sur les balcons du ciel, en robes surannéees;
Surgir du fond des eaux le Regret souriant;

Le Soleil moribund s’endormir sous un arche,
Et, comme un long linceul, traînant à l’Orient,
Entends, ma chêre, entends la douce Nuit qui marche.
* * *

RECOGIMIENTO

Sé sabia, ¡Pena mía! Quédate más tranquila:
Reclamabas la Noche, ya desciende; hela aquí:
una atmósfera oscura envuelve la ciudad,
llevando paz a unos e inquietud a los otros.

Mientras de los mortales la multitud plebeya,
bajo los latigazos del Placer, cruel verdugo,
coge remordimientos en la fiesta servil,
tú, Pena mía, dame la mano, ven acá,

lejos de ella. Contempla colgar Años difuntos,
en balcones del cielo, en trajes anticuados,
surgir de aguas profundas el Pesar que sonríe;

el Sol ya moribundo dormirse bajo un arco,
y, tal largo sudario que se arrastra al Oriente,
oye, querida, cómo la dulce Noche pasa.


“Las flores del mal”. Charles Baudelaire
Ediciones Cátedra, 1991. Letras universales.
Edición bilingüe de Alain Verjat y Luis Martínez de Merlo

Traducción de Luis Martínez de Merlo

11 comentarios:

  1. Preciosa la poesia... Sin palabras.
    Oye pues si tener mala memoria significa seguir emocionandote como la primera vez al llegar a un sitio, no esta tan mal!!

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  2. Hola Zazou! Pues aún no he tenido la ocasión de conocer a Baudelair, pero por lo que estoy leyendo, yo también voy a caer inevitablemente en sus redes.
    Un saludo! :)

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  3. Ay Zazou ! Hoy, sin saberlo, me has tocado profundamente con este poema. Mi adorado Baudelaire...
    Besos

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  4. Un momento perfecto, aquí con mi taza de té y el alma en calma ;-) Bss

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  5. Pues si os he llevado buenas sensaciones, ya me doy por satisfecha :-))
    Gracias por estar.

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  6. Yo tengo una memoria de pez. He hecho muchos viajes de los que apenas me quedan unos pocos recuerdos. Es una pena cómo el tiempo hace que se vayan perdiendo los matices. Pero como tú dices, es una excusa para revisitar :)

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  7. Revisitar, releer, revivir... A mí no me cansa repetir de lo que me gusta, volver a paladearlo, y que el sabor permanezca.
    Encantada de tenerte por aquí :-))

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  8. Precioso. Qué bonita es la poesía cuando consigue emocionarte, ¿verdad? No recordarás tu paso por Narbona, pero has recordado tu amor por Baudelaire. Abrazos.

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  9. El poema precioso, cada vez me gusta más encontrarme con poesía por los blogs. Y Baudelaire siempre es un valor seguro. El punto de lectura, delicado. Tu memoria... preocupante :P

    Besos

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  10. Zazou a mi también me da muchísima rabia cuando se me van de la memoria algunos momentos de viajes pasados. Menos mal que siempre quedan las fotos, los diarios (desparejados e incompletos como siempre) y las lecturas hechas durante esos viajes.
    El punto de lectura es precioso y Narbonne una ciudad llena de luz y alegría. Espero que puedas regresar pronto y construir allí nuevos recuerdos :)
    ¡Un beso!
    PD. Baudelaire sublime comme toujours!

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  11. Mis amores literarios no los olvido tan fácilmente, Marisa. Es la memoria selectiva, ya sabes. A veces creo que olvidar es una excusa para revisitar ;-)

    Mi memoria es caótica, anárquica y hasta maquiavélica, Ana. Sí que me preocupo a veces... pero entonces me acuerdo de algo maravilloso y se me olvida preocuparme :-)

    Baudelaire no me cansa, Marie, como no me cansa Francia. Volveré y volveré, vez tras vez ;)

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